sábado, 14 de noviembre de 2009

La puerta de salida lleva adentro... -parte 2-




Le hicieron un reconocimiento médico, una serie de pruebas psicológicas, le cortaron el pelo, le dieron un uniforme y una litera donde dormir. Bibleman sospechaba que el verdadero propósito de las pruebas era determinar si era un homosexual latente, y luego sospechó que sus sospechas indicaban que era un homosexual latente, así que abandonó las sospechas y entonces supuso que eran pruebas de aptitud e inteligencia, y se dijo que estaba mostrando ambas: inteligencia y aptitud. También se dijo que se veía muy bien con su uniforme, aunque era el mismo uniforme que llevaban todos los demás. Por eso lo llamaban uniforme, se acordó, mientras se sentaba en el borde de la litera a leer los folletos orientadores.
El primer folleto indicaba que era un gran honor ser admitido en la Academia. Ése era su nombre... una única palabra. Qué extraño pensó, perplejo. Es como llamar a tu gato Gato o a tu perro Perro. Estos son mi madre, la señora Madre y mi padre, el señor Padre. ¿A esta gente le funcionará bien la cabeza?, se preguntó. Durante años había tenido la fobia de que en algún momento caería en manos de un grupo de locos, en particular locos que parecían sanos hasta el último momento. Para Bibleman ésta era la escencia del horror.

Fragmento: La puerta de salida lleva adentro. PHILIP DICK (1979)


JUEVES 12. Voy a hacerme el exámen médico para el call center. Mi mente inocente (por no decir, que pedazo de pelotuda), cree que todo consiste en una audiometría y alguna que otra pavadita más. Llego, la sala de espera atestada de pobre gente igual que yo, que en los próximos días serán explotadas por empresas multinacionales. Mirando un poco todo, empiezo a darme cuenta que cada persona que entraba en el consultorio, salía con un algodoncito en el brazo... Uhhh, pobres, les sacan sangre, pensaba yo... Y al momento me dije: entonces a vos tambien te van a sacar sangre Naty..., qué momento por dios!!! Creo que nunca tuve tanto miedo. Sentí que me estaba por desmayar o morir. Lo primero que pensé fue en salir corriendo atropellando a todos en el camino. Por suerte no lo hice. Lo segundo fue, tal vez a vos no te hacen análisis de sangre Naty, a lo mejor son otros estudios. Inmediatamente me dije, no seas estúpida, a vos te van a hacer análisis de sangre igual q a todos los que estan aca. AHHHHH!!!! POR DIOSSS!!! MUCHO MIEDO ME AGARRÓ. Lo tercero que hice fue hablar con mi psicóloga. Me dijo: Pensá en un lugar en donde te gustaría estar ahora... EN MI CAMA DURMIENDO AL LADO DE MI GATOOOO MALDICIÓN!!!!! Pero no, la realidad era mucho más dura conmigo...! entonces me senté en el piso contra la pared, y comencé a respirar, e imaginar mis días en San Nicolas, rodando en mi bici playera amarilla, bajando por la calle Luis Viale a la hermosa Costanera Nicoleña... y de a poco, muy de a poco comencé a calmarme.
Cuando logré recuperar medianamente la calma, me di cuenta que en vez de tener el número 99, tenía el 66. Despejado el mal entendido -y mucho mejor porque me dió tiempo a calmarme- llega mi turno. Cuando entro al gabinete de la enfermara -por supuesto sin mirar las torturadoras agujas- le digo: mirá que tengo mucho miedo, me dan terror las agujas en las venas, a lo que me responde: mirá lo que tenés en el brazo?? -un tatuaje bien grande de cuatro horas de duración- y mirá tu cara llena de aros??- uno en la nariz, otro en la ceja y en el labio- No jodas, ésto no es nada! A lo cual yo le dije: si, tenes razon, pero tengo mucho miedo... Ademas de sentirme una estúpida... como puede ser que tengo tatuajes enormes y cuatro piercings repartidos por mi cuerpo y no puedo hacerme un análisis de sangre tranquila, sin pensar que me voy a morir, o que me van a torturar o cosas por el estilo!!!????
Bueno, cuestión que no me morí ni me desmayé, y la pilotié de una manera que me asombra. Y me fui riendo de mi misma y que no puedo ser tan cagona... en fin... PUEDO SER TAN CAGONA CUANDO SE TRATA DE AGUJAS EN LAS VENAS!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario